Por David de la Calle Armesto

Omnicanalidad

 

Después de la tempestad siempre viene la calma o al menos eso dicen. Así que después de una primavera llena de lluvias y tormentas, nos llega el calor de golpe y con él, los datos de incrementos de consumo en el sector de la Alimentación y Bebidas.

España como país turístico y folclórico, donde estamos mejor en la calle que en casa, se pone de fiesta y empezamos a sentirnos eufóricos!

¿Pero cuánto sabemos desde las compañías de nuestro consumidor? Hemos aprendido quien es, como se comporta y que quiere durante este tiempo de letargo?

¿Cuántas empresas hay en este país con los canales de escucha adecuados para conocer, entender y satisfacer a sus consumidores?

A mi humilde entender, demasiadas pocas. Los productores innovan poco, por miedo y por rentabilidad, pero los que lo hacen, habitualmente toman la decisión, pensando hacia dentro, creyendo que lo que ellos han pensado es lo que su consumidor quiere, ¿pero saben quién es?

En un mundo absolutamente digital, aun pensamos en analógico, en los canales tradicionales y en nuestro proceso push al mercado.

Estamos en el mundo de la omnicanalidad, de la interconexión de datos y consumidores, de la máxima horquilla de consumo de la historia y no estamos sabiéndolo entender, nos está pasando como un tsunami por encima.

En 20 años hemos pasado de un gap de consumidores autónomos, de 25 a 65 años, a una de 15 a 75 años, de un canal de llegada al consumidor, a cientos de ellos, de un modelo de comunicación con él, a un universo que aún no conoce sus propios límites.

¿Y ahora qué?

Esa es la básica pero fundamental pregunta, a la que nos enfrentamos y de la manera en la que la resolvamos, dependerá el futuro de estos brotes de incremento de consumo, que ya están ahí para saber cosecharlos.

Ahora a la faena y mucha suerte!

 

David de la Calle Armesto

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